La elección de un corte de pantalón que nos favorezca es crucial para conseguir un look con el que sentirnos cómodas y lindas. Por lo tanto, debemos conocer qué partes de nuestro cuerpo tenemos que destacar y cuáles disimular para sacar el mejor partido a nuestra figura.
¿Qué pantalón es el adecuado para mí?
El modelo de belleza a seguir depende, en última instancia, de nosotras mismas; sin embargo, en muchos lugares del mundo se ha impuesto un canon de belleza que favorece los cuerpos más esbeltos. Por ello, muchas mujeres están interesadas en disimular unas caderas amplias, un trasero prominente o unos molestos michelines; para conseguirlo, exponemos a continuación algunas sencillas claves a tener en cuenta:
Comencemos por la parte superior. La mejor manera de disimular los rollitos o vientre abultado, es utilizar pantalones de talle alto. Su combinación con un cinturón ancho y una blusa algo suelta es perfecta para ocultar los pequeños defectos de esta zona.
El talle alto, combinado con un corte recto y ligeramente suelto por el bajo -sin llegar a ser acampanado- es ideal para equilibrar la silueta si tenemos las caderas anchas. El corte debe ser algo más amplio si, además, el trasero es voluminoso. En este caso, también se recomienda utilizar pantalones con bolsillos grandes en esta zona, ya que la proporción entre el trasero y los bolsillos crea la ilusión óptica de que el primero es menor.
Por otra parte, si se desea disimular unos muslos grandes, un pantalón de tiro medio y algo más elevado en la parte trasera, de corte recto y fabricado con una tela algo rígida (es decir, no excesivamente elástica) constituye, sin duda, la mejor opción.
Si, por el contrario, se prefiere potenciar las curvas de la silueta, se puede optar por un pantalón de talle algo más bajo, aunque este tipo de corte achata la figura; por eso, lo mejor es combinarlo con el empleo de tacones.
En general, este tipo de zapato estiliza la silueta y constituye el mejor aliado para las mujeres algo rellenitas que no sean excesivamente altas. También lo es el empleo de colores lisos y oscuros, como el azul marino o el negro, así como las rayas diplomáticas. Por lo tanto, se recomienda evitar los estampados y los colores muy claros.