Un ataque de pánico es una sensación intensa de miedo, ansiedad o terror que se produce de forma repentina y sin una causa aparente.
Puede durar desde unos minutos hasta media hora, y se caracteriza por síntomas físicos y psicológicos que pueden ser muy angustiantes. Algunos de estos síntomas son:
- Palpitaciones, taquicardia o dolor en el pecho
- Sudoración, escalofríos o sofocos
- Temblores, mareos o sensación de desmayo
- Dificultad para respirar, sensación de ahogo o nudo en la garganta
- Náuseas, vómitos o diarrea
- Hormigueo, entumecimiento o debilidad en las extremidades
- Sensación de irrealidad, despersonalización o desapego de uno mismo o del entorno
- Miedo a perder el control, a volverse loco o a morir
¿Qué hacer si sufres un ataque de pánico?
Si te encuentras en medio de un ataque de pánico, lo primero que debes saber es que no estás solo y que no te va a pasar nada grave.
Aunque los síntomas sean muy intensos, no son peligrosos ni indican que tengas una enfermedad física o mental. Se trata de una reacción exagerada de tu organismo ante una situación que percibes como amenazante, pero que en realidad no lo es.
Lo segundo que debes hacer es intentar calmarte y controlar tu respiración. Respira profundamente por la nariz y exhala lentamente por la boca, contando hasta cuatro. Repite este ejercicio varias veces hasta que notes que tu ritmo cardíaco se normaliza y tu tensión muscular disminuye.
Lo tercero que debes hacer es distraerte y enfocarte en algo positivo o neutro. Puedes escuchar música, leer un libro, ver una película, hablar con alguien de confianza, hacer un crucigrama, etc. Lo importante es que evites pensar en los síntomas o en lo que te ha provocado el ataque, ya que eso solo aumentará tu ansiedad.
Lo cuarto que debes hacer es buscar ayuda profesional si los ataques de pánico se repiten con frecuencia o interfieren con tu vida cotidiana.
Un psicólogo o psiquiatra podrá evaluar tu caso y ofrecerte un tratamiento adecuado, que puede incluir terapia cognitivo-conductual, medicación o ambas cosas. El objetivo es que aprendas a identificar y modificar los pensamientos y creencias irracionales que generan tu miedo, así como a afrontar las situaciones que te lo desencadenan.
Los ataques de pánico son un trastorno común y tratable, que no debe avergonzarte ni limitarte. Con el apoyo adecuado y las estrategias adecuadas, podrás superarlos y recuperar tu bienestar.