Las tortillas de maíz son un elemento básico de la cocina mexicana, presentes en innumerables hogares y platillos tradicionales. Sin embargo, consumir tortillas en mal estado puede ser un riesgo para la salud. ¿Cómo saber si una tortilla ya no es segura para comer? Aquí te damos las claves para identificar las señales de deterioro y te compartimos algunos consejos para alargar su vida útil.
Señales de tortillas echadas a perder
Al detectar cualquiera de estas señales, lo mejor es desechar las tortillas de inmediato:
1. Presencia de moho o manchas
Si observas manchas de color rosado, rojizo, grisáceo o verde en las tortillas, es una indicación clara de que han desarrollado moho o bacterias dañinas para la salud. Estas manchas no deben ignorarse, ya que podrían provocar problemas graves al ingerirlas.
2. Olor desagradable
Cuando las tortillas están en mal estado, suelen emitir un olor ácido, agrio o rancio. Este cambio en el aroma es un indicador de que han comenzado a descomponerse.
3. Cambio en el sabor
Si al probarlas notas un sabor agrio o desagradable, es una señal clara de que las tortillas ya no son aptas para el consumo.
4. Alteración en el color
El color típico de las tortillas frescas es amarillo o ligeramente dorado. Si notas que han adquirido un tono blanco pálido o presentan manchas inusuales, es mejor no consumirlas.
5. Problemas al calentarse
Una tortilla fresca generalmente se infla ligeramente al calentarla. Si esto no ocurre, podría ser un indicio de que la masa utilizada para hacerla ya estaba rancia.
Consejos para almacenar correctamente las tortillas
Para evitar que las tortillas se echen a perder rápidamente, sigue estos prácticos consejos de almacenamiento:
1. Sepáralas una por una
Cuando compres tortillas, sepáralas para evitar que se peguen y mantén la frescura de cada pieza.
2. Retira el exceso de humedad
Deja que las tortillas se enfríen a temperatura ambiente durante unos minutos antes de almacenarlas. Esto ayudará a eliminar la humedad sobrante que podría acelerar su deterioro.
3. Usa un trapo limpio
Apila las tortillas y colócalas sobre un trapo limpio. Envuélvelas con el trapo y colócalas dentro de una bolsa de plástico bien cerrada.
4. Almacénalas en el refrigerador
Guarda las tortillas en el refrigerador para mantenerlas frescas por más tiempo. Recuerda cerrar bien la bolsa después de cada uso.
5. Divide las porciones
Si compraste una gran cantidad de tortillas, sepáralas en porciones más pequeñas. Esto reducirá la humedad acumulada y ayudará a prolongar su vida útil.
Identificar las señales de tortillas en mal estado y almacenarlas adecuadamente puede ayudarte a evitar riesgos para la salud y reducir el desperdicio de alimentos. Siguiendo estos consejos, disfrutarás de tortillas frescas por más tiempo y podrás aprovechar al máximo este alimento esencial de la dieta mexicana.