¿Sabías que los antidepresivos podrían aumentar el riesgo de fracturas óseas en adultos mayores?

Los antidepresivos son medicamentos fundamentales para tratar trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad. Sin embargo, su uso prolongado en adultos mayores ha sido vinculado a un riesgo significativamente mayor de fracturas óseas.

Este efecto secundario, que a menudo pasa desapercibido, plantea una preocupación importante para quienes dependen de estos fármacos para mantener su salud mental.

¿Cómo afectan los antidepresivos a la salud ósea?

El vínculo entre los antidepresivos y las fracturas óseas radica en su efecto sobre diversos sistemas del cuerpo. Dos de los mecanismos más estudiados son:

Alteración del metabolismo óseo: Algunos antidepresivos, especialmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), pueden afectar la densidad mineral ósea al interferir con la función de los osteoblastos y osteoclastos, las células responsables de formar y remodelar el hueso.

Incremento del riesgo de caídas: Muchos antidepresivos pueden causar efectos secundarios como somnolencia, mareos y alteraciones del equilibrio, lo que aumenta la probabilidad de caídas, un factor crítico en la fractura de huesos en personas mayores.

Estudios que respaldan esta relación

Numerosas investigaciones han demostrado la conexión entre los antidepresivos y un mayor riesgo de fracturas. Algunos estudios destacan que los usuarios de ISRS tienen una probabilidad hasta un 70% mayor de sufrir fracturas en comparación con quienes no los usan. Este riesgo es especialmente alto en personas que toman dosis elevadas o que combinan antidepresivos con otros medicamentos que afectan el sistema nervioso central.

Además, se ha observado que las fracturas más comunes asociadas al uso de antidepresivos ocurren en zonas como la cadera, la columna vertebral y las muñecas, que son áreas particularmente vulnerables en adultos mayores.

Factores que aumentan el riesgo

No todos los adultos mayores que toman antidepresivos tienen el mismo nivel de riesgo. Algunos factores pueden agravar la posibilidad de fracturas, como:

  • Uso prolongado de antidepresivos
  • Baja densidad ósea previa o diagnóstico de osteoporosis
  • Historia previa de caídas o fracturas
  • Consumo simultáneo de medicamentos sedantes o hipnóticos
  • Falta de actividad física o movilidad limitada
  • Deficiencia de vitamina D o calcio

¿Qué pueden hacer los pacientes y cuidadores?

El uso de antidepresivos no siempre puede evitarse, pero hay medidas que los pacientes y sus cuidadores pueden tomar para reducir el riesgo de fracturas:

Hablar con el médico: Es esencial discutir los posibles efectos secundarios antes de iniciar un tratamiento con antidepresivos, especialmente si hay factores de riesgo para la salud ósea.

Monitorear la salud ósea: Realizar pruebas de densidad mineral ósea puede ayudar a evaluar el estado de los huesos y tomar medidas preventivas en caso de que sea necesario.

Suplementación y dieta: Consumir suficiente calcio y vitamina D, ya sea a través de la dieta o suplementos, es clave para mantener la fortaleza ósea.

Ejercicio regular: Actividades como caminar, hacer yoga o ejercicios de resistencia pueden mejorar la densidad ósea y el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas.

Evitar el uso de combinaciones peligrosas: Limitar el uso de otros medicamentos que afecten el equilibrio o provoquen somnolencia puede minimizar el riesgo de caídas.

Evaluar la necesidad del antidepresivo: En algunos casos, el médico puede considerar dosis más bajas, alternativas terapéuticas o la posibilidad de suspender el medicamento si el balance entre riesgo y beneficio no es favorable.

¿Se deben evitar los antidepresivos?

Aunque el riesgo de fracturas es un efecto secundario importante a considerar, no debe disuadir a los pacientes de buscar tratamiento para los trastornos del estado de ánimo. La depresión y la ansiedad no tratadas también pueden aumentar el riesgo de caídas y afectar la calidad de vida, por lo que los antidepresivos siguen siendo una herramienta vital en muchos casos.

El enfoque ideal es mantener un equilibrio entre la salud mental y la salud física. Con un seguimiento médico adecuado y medidas preventivas, es posible reducir significativamente los riesgos asociados al uso de antidepresivos en adultos mayores. Si tienes dudas sobre tu tratamiento o el de un ser querido, consulta con un profesional de la salud para encontrar la mejor solución.