El insomnio puede ser agotador, y los suplementos para dormir de venta libre, como la melatonina sintética o la valeriana, parecen una solución práctica y segura. Sin embargo, el uso excesivo o prolongado de estos productos no está exento de riesgos. Hepatólogos advierten que, aunque estos suplementos son naturales o derivados de fuentes naturales, su abuso puede sobrecargar el hígado, el órgano encargado de metabolizarlos, y provocar daño hepático.

Estudios publicados en Hepatology Communications han señalado casos raros, pero preocupantes de toxicidad hepática relacionada con estos suplementos, especialmente cuando se toman en dosis altas o sin supervisión. En este artículo, exploramos cómo la melatonina sintética y la valeriana pueden afectar tu hígado y qué precauciones tomar para proteger tu salud.
Melatonina sintética: cuando el exceso interfiere con tu hígado
La melatonina sintética es ampliamente usada para regular el sueño, imitando la hormona que el cuerpo produce naturalmente. Aunque se considera segura en dosis bajas (1-5 mg), el uso excesivo, como tomar 10 mg o más diariamente durante meses, puede sobrecargar el hígado.
El hígado metaboliza la melatonina a través de la enzima CYP1A2, y un exceso puede generar estrés oxidativo o inflamación hepática, aumentando el riesgo de daño hepático. Un estudio en Journal of Clinical Sleep Medicine reportó casos de elevación de enzimas hepáticas en pacientes que abusaron de melatonina sintética, especialmente cuando se combinó con alcohol o medicamentos como estatinas.

Para minimizar riesgos, usa melatonina sintética solo en dosis bajas (1-3 mg, 30 minutos antes de dormir) y por períodos cortos, como 1-2 semanas. Evita combinarla con alcohol o fármacos que afecten el hígado, y consulta a tu médico si tienes antecedentes de enfermedades hepáticas o tomas medicamentos crónicos.
Lleva un registro de la dosis y duración de uso, y presta atención a síntomas como fatiga inusual, dolor abdominal o ictericia (piel amarillenta). Si notas estos signos, suspende el suplemento y busca atención médica para evaluar tu función hepática con análisis de sangre.
Valeriana: una hierba calmante con riesgos en dosis altas
La valeriana, derivada de la raíz de la planta del mismo nombre, es popular por sus efectos sedantes que ayudan a conciliar el sueño. Sin embargo, tomar valeriana en dosis altas (más de 600 mg al día) o durante largos períodos puede ser perjudicial para el hígado. Sus compuestos, como los valepotriatos, son metabolizados por el hígado, y un exceso puede causar inflamación o toxicidad hepática.
Según Clinical Liver Disease, se han documentado casos raros de daño hepático en personas que consumieron valeriana en exceso, especialmente en suplementos de baja calidad o combinados con otras hierbas. Los síntomas suelen incluir náuseas, dolor en el lado derecho del abdomen o cambios en el color de la piel.
Si decides usar valeriana, opta por dosis moderadas (300-600 mg, 1 hora antes de dormir) y elige productos de marcas confiables con certificaciones de calidad. Limita su uso a 4-6 semanas y evita combinarla con otros sedantes, como benzodiazepinas, que también sobrecargan el hígado. Apoya tu hígado con una dieta rica en vegetales crucíferos, como brócoli, y mantente hidratado. Si experimentas síntomas como orina oscura o cansancio extremo, consulta a un hepatólogo de inmediato. Un diario de tus síntomas y consumo de valeriana puede ayudar a identificar problemas a tiempo.
Protege tu hígado con decisiones informadas

Los suplementos para dormir como la melatonina sintética y la valeriana pueden ser útiles para el insomnio ocasional, pero su uso excesivo o prolongado puede provocar daño hepático, una consecuencia grave que afecta tu salud general.
La clave está en la moderación: usa estos suplementos en dosis bajas, por períodos cortos y bajo supervisión médica, especialmente si tienes factores de riesgo como consumo de alcohol, obesidad o enfermedades hepáticas previas. Antes de tomar cualquier suplemento, verifica su calidad y consulta a tu médico para evitar interacciones con otros medicamentos.
Adopta hábitos que promuevan un sueño natural, como mantener un horario regular, reducir la exposición a pantallas antes de dormir y practicar técnicas de relajación, como la meditación.
Si notas síntomas de daño hepático, como ictericia, dolor abdominal o fatiga persistente, actúa rápido y solicita pruebas hepáticas. Tu hígado es un órgano vital que merece cuidado; protégelo con elecciones conscientes y evita depender de suplementos sin una estrategia clara.