Este queso amarillo no es queso, contiene almidón y engaña, según Profeco

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha destapado una alarmante verdad sobre un queso amarillo ampliamente comercializado en México: no es queso real. En un estudio de calidad realizado por el organismo, se reveló que este producto, además de contener almidón, ofrece información engañosa a los consumidores, lo que ha generado controversia en torno a su autenticidad y a las prácticas de la industria alimentaria.

¿Qué hace al queso amarillo un verdadero queso?

El queso amarillo, también conocido como queso americano, es un alimento que se ha convertido en un elemento clave de platillos populares como hamburguesas y sándwiches. Sin embargo, no todos los productos que parecen queso amarillo cumplen con los estándares necesarios para ser considerados como tal.

De acuerdo con Profeco, un queso real debe elaborarse a base de leche o de productos derivados de ella. Este tipo de queso suele fabricarse mediante la fusión de quesos madurados, como el gouda o el cheddar, a los cuales se les añade sal, sales fundentes, aditivos y componentes lácteos. En algunos casos, se puede producir directamente a partir de cuajada láctea.

Por otro lado, las imitaciones, aunque pueden parecerse en aspecto y sabor, se elaboran con ingredientes como agua, almidón, grasas vegetales, caseinatos (derivados de la leche) y sales fundentes. La diferencia clave radica en el origen de las grasas y proteínas: mientras que en un queso auténtico provienen exclusivamente de la leche, en las imitaciones pueden ser de origen vegetal o sintético.

El «queso» amarillo que engaña

Uno de los productos más cuestionados en el estudio es el queso amarillo de la marca Nutri, producido en México. Profeco señala que este producto, lejos de ser un queso auténtico, es una imitación que no cumple con las normativas de etiquetado y proporciona información incorrecta a los consumidores.

El análisis mostró que, aunque en su empaque se declara un contenido graso del 15%, en realidad contiene 19.2% de grasa. Además, el producto incluye almidón, un componente que no debería estar presente en un queso genuino. Según la Revista del Consumidor de enero de 2025, la composición de este producto revela que es una mezcla de grasa vegetal con grasa láctea, lo que lo descalifica como queso real.

Composición del producto

El desglose proporcionado por Profeco detalla que este «queso» contiene:

  • Agua: 53.2%
  • Grasas: 19.2%
  • Proteína: 6.2%
  • Carbohidratos: 17.5%
  • Kilocalorías: 268 por cada 100 gramos
  • Sodio: 1028 miligramos por cada 100 gramos

Recomendaciones para los consumidores

Ante esta situación, Profeco recomienda a los consumidores revisar cuidadosamente las etiquetas de los productos antes de comprarlos. Identificar ingredientes como almidón, grasas vegetales o caseinatos puede ser clave para distinguir entre un queso real y una imitación.

Elegir productos auténticos no solo garantiza una mejor calidad, sino también una dieta más saludable y alineada con las expectativas del consumidor. La transparencia en la información alimentaria es fundamental para fomentar decisiones de compra informadas y responsables.