Es común pensar que mezclar productos de limpieza puede hacer que la limpieza sea más efectiva. Sin embargo, una de las combinaciones más peligrosas y desconocidas en el hogar es mezclar lejía (cloro) con amoníaco. Esta combinación produce un gas tóxico llamado cloramina, que puede causar intoxicaciones graves y problemas respiratorios severos.
¿Qué ocurre cuando se mezclan lejía y amoníaco?
Cuando la lejía (un compuesto a base de hipoclorito de sodio) entra en contacto con amoníaco, una reacción química genera cloramina (NH2Cl). La cloramina es un gas tóxico altamente irritante que puede afectar gravemente las vías respiratorias.
El amoníaco se encuentra en muchos productos de limpieza domésticos, como limpiadores para vidrios, limpiadores de inodoros, y productos para quitar manchas. La lejía, por otro lado, es muy utilizada para desinfectar superficies y eliminar gérmenes. Al combinarlos, se producen vapores tóxicos que pueden causar:
- Dificultad para respirar
- Irritación en los ojos, nariz y garganta
- Tos severa
- Dolor de pecho
- Náuseas, vómitos y mareos
En casos más graves, la inhalación prolongada de cloramina puede provocar neumonitis química, una inflamación de los pulmones que requiere atención médica inmediata.
Ejemplos de productos que contienen lejía y amoníaco
Es fácil cometer el error de mezclar estos productos porque ambos son ingredientes comunes en muchos productos de limpieza. Aquí algunos ejemplos:
- Lejía o cloro: Productos de limpieza con cloro son usados comúnmente para desinfectar y blanquear.
- Amoníaco: Se encuentra en productos para limpiar cristales, removedores de cera de pisos, limpiadores de hornos y algunos quitamanchas.
Un ejemplo común de intoxicación ocurre cuando se usa un limpiador con amoníaco en superficies como baños o cocinas, y luego se aplica lejía en el mismo lugar, lo que libera los gases tóxicos de la cloramina.
Consejos para evitar esta combinación peligrosa
- Lee siempre las etiquetas: Antes de usar varios productos de limpieza, asegúrate de leer las etiquetas para comprobar que no contienen cloro o amoníaco. Incluso productos de marcas distintas pueden contener estos ingredientes y ser igual de peligrosos al mezclarse.
- Usa un solo producto a la vez: Evita usar más de un producto de limpieza en la misma superficie, especialmente si contienen compuestos químicos potentes. No es necesario mezclar diferentes productos para obtener mejores resultados de limpieza.
- Ventila el área: Si usas productos de limpieza fuertes, asegúrate de ventilar adecuadamente el espacio abriendo ventanas o puertas para permitir la circulación de aire y reducir el riesgo de inhalar gases peligrosos.
- Usa equipo de protección: Al manipular productos de limpieza fuertes, usa guantes y, si es necesario, una mascarilla para evitar el contacto directo o la inhalación de los productos.
Evita riesgos graves para tu salud
Mezclar lejía y amoníaco es uno de los errores más peligrosos que puedes cometer al limpiar tu hogar, ya que genera gases tóxicos que pueden poner en riesgo tu salud.
Para evitar intoxicaciones y daños respiratorios, nunca mezcles productos que contengan cloro con amoníaco, y sigue siempre las indicaciones de seguridad en las etiquetas de los productos de limpieza.