Los lunares de carne, conocidos médicamente como acrocordones o fibromas blandos, son pequeñas protuberancias de piel que suelen aparecer en áreas del cuerpo donde hay pliegues, como el cuello, las axilas, los párpados, la ingle y debajo de los senos.
Aunque son inofensivos y generalmente no causan dolor, pueden resultar molestos o antiestéticos para algunas personas. Si te preguntas por qué aparecen estos lunares de carne y cómo puedes eliminarlos de manera segura, aquí te explicamos todo lo que necesitas saber, con la opinión de especialistas.
¿Por qué aparecen los lunares de carne?
Los lunares de carne son crecimientos benignos de la piel compuestos por colágeno y vasos sanguíneos rodeados por una capa de piel. Aunque su aparición puede estar influenciada por varios factores, algunas de las causas más comunes incluyen:
1. Fricción y rozaduras:
Una de las principales razones por las que los lunares de carne aparecen en áreas como el cuello y las axilas es la fricción constante de la piel, ya sea por el roce de la ropa o el movimiento natural del cuerpo. La fricción repetida puede provocar una reacción en la piel que resulta en la formación de estas protuberancias.
2. Factores genéticos:
La genética juega un papel importante en la aparición de los lunares de carne. Si tus padres o familiares cercanos los tienen, es más probable que tú también desarrolles estos crecimientos cutáneos.
3. Cambios hormonales:
Los cambios hormonales, especialmente durante el embarazo o en personas con sobrepeso y resistencia a la insulina, pueden aumentar la probabilidad de desarrollar lunares de carne. Estos cambios hormonales pueden estimular el crecimiento de células en la piel, llevando a la formación de acrocordones.
4. Edad:
Aunque los lunares de carne pueden aparecer a cualquier edad, son más comunes a medida que envejecemos. A partir de los 40 años, la piel tiende a perder elasticidad y es más propensa a desarrollar estos crecimientos.
5. Obesidad y síndrome metabólico:
Las personas con sobrepeso o que padecen síndrome metabólico tienen un mayor riesgo de desarrollar lunares de carne debido a la mayor cantidad de pliegues cutáneos y la fricción resultante.
6. Diabetes tipo 2:
Existe una relación entre los lunares de carne y la resistencia a la insulina o la diabetes tipo 2. Se cree que los niveles elevados de insulina en el cuerpo pueden promover el crecimiento de estos acrocordones.
¿Cómo eliminar los lunares de carne?
Si bien los lunares de carne son benignos y no requieren tratamiento médico a menos que causen molestias, hay varias opciones para eliminarlos, ya sea por razones estéticas o porque se irritan con la ropa o el roce.
Es importante que cualquier procedimiento sea realizado por un especialista para evitar complicaciones. A continuación, te presentamos algunos métodos comunes para eliminarlos:

1. Cauterización: Este procedimiento consiste en quemar el lunar de carne con una corriente eléctrica controlada. La cauterización es rápida y efectiva, y generalmente no deja cicatrices visibles. Es una opción comúnmente utilizada por dermatólogos para eliminar lunares de carne pequeños.
2. Crioterapia: La crioterapia implica congelar el lunar de carne con nitrógeno líquido. Este método congela y destruye el tejido del lunar, haciendo que eventualmente se caiga. La crioterapia es un procedimiento rápido y generalmente no doloroso, aunque puede causar una leve decoloración temporal de la piel en el área tratada.
3. Escisión quirúrgica: Para lunares de carne más grandes o si hay dudas sobre el diagnóstico, un dermatólogo puede optar por cortar el lunar con un bisturí. Este procedimiento se realiza bajo anestesia local y es efectivo para eliminar el lunar de raíz, previniendo su reaparición.
4. Láser: El tratamiento con láser utiliza un haz de luz para eliminar el lunar de carne. El láser es preciso y minimiza el daño a la piel circundante, haciendo que sea una opción preferida para áreas sensibles como los párpados o el cuello.
5. Ligas o ataduras: En algunos casos, los dermatólogos pueden usar una técnica llamada ligadura, donde se ata una cuerda quirúrgica alrededor de la base del lunar de carne para cortar su suministro de sangre. Esto hace que el lunar se seque y caiga por sí solo después de unos días.
Cuidados después de la eliminación
Después de eliminar un lunar de carne, es importante seguir las indicaciones de tu médico para cuidar la piel y prevenir infecciones. Mantén el área limpia y seca, y aplica los ungüentos antibióticos recetados si es necesario. Evita rascarte o frotar el área tratada y protege la piel del sol, ya que la nueva piel puede ser más sensible a la luz solar y propensa a la pigmentación.
¿Cuándo consultar a un especialista?
Aunque los lunares de carne son benignos, es importante consultar a un dermatólogo si notas cambios en su apariencia, como crecimiento rápido, sangrado, dolor o cambios en el color. Estos síntomas pueden indicar que no se trata de un simple acrocordón y que es necesaria una evaluación más detallada.
En conclusión, los lunares de carne en el cuello y las axilas son comunes y generalmente inofensivos, pero si deseas eliminarlos, hay varias opciones disponibles. Siempre busca la opinión de un especialista antes de intentar cualquier tratamiento en casa, y opta por métodos profesionales para asegurar un procedimiento seguro y efectivo.