Los perros también pueden padecer demencia: Aprende a reconocer los primeros síntomas y cómo ayudarles

Al igual que los humanos, los perros también pueden sufrir de demencia, una afección cognitiva que afecta su memoria, comportamiento y habilidades de aprendizaje. Conocida como Síndrome de Disfunción Cognitiva Canina (SDC), esta condición suele aparecer en perros de edad avanzada y puede ser difícil de detectar en sus etapas iniciales.

Sin embargo, reconocer los primeros signos de demencia en tu perro es clave para brindarle los cuidados y el apoyo que necesita para mantener una buena calidad de vida.

A continuación, exploraremos los síntomas más comunes de la demencia canina, qué los causa, y cómo puedes actuar si crees que tu perro está pasando por esta difícil etapa.

¿Qué es la demencia canina?

El Síndrome de Disfunción Cognitiva Canina (SDC) es un trastorno neurodegenerativo que afecta principalmente a perros mayores. A medida que los perros envejecen, sus cerebros experimentan cambios físicos y químicos que afectan su capacidad para procesar información y recordar rutinas básicas.

Estos cambios son comparables a los que experimentan los humanos con enfermedades como el Alzheimer, y pueden causar confusión, desorientación y cambios de comportamiento.

Si bien no todos los perros desarrollan demencia, las estadísticas muestran que entre el 50% y el 60% de los perros mayores de 11 años pueden experimentar algún grado de deterioro cognitivo. Identificar este deterioro a tiempo puede marcar la diferencia en la calidad de vida de tu mascota.

Primeros síntomas de demencia en perros

La demencia canina se manifiesta de diferentes maneras, y los primeros síntomas a menudo pueden ser sutiles o confundirse con el envejecimiento normal. A continuación te presentamos los signos más comunes que pueden indicar que tu perro está desarrollando demencia.

1. Desorientación o confusión en espacios familiares

Uno de los primeros síntomas que puedes notar es que tu perro parece perderse en su propio hogar o jardín. Puede quedarse parado frente a una puerta que siempre ha usado pero sin recordar cómo atravesarla, o vagar sin rumbo por la casa. También es común que olvide dónde están sus platos de comida y agua, o no recuerde cómo regresar a su cama.

Esta desorientación puede llevar a que el perro parezca desconcertado, como si estuviera viviendo en un entorno nuevo, cuando en realidad está en un lugar que siempre ha conocido.

2. Cambios en el ciclo de sueño

Los perros con demencia a menudo experimentan alteraciones en su patrón de sueño. Un perro que antes dormía toda la noche sin problemas, puede empezar a deambular o estar inquieto durante la madrugada. Algunos perros también pueden dormir durante largos períodos del día y volverse más activos o ansiosos por la noche, un fenómeno conocido como «síndrome del ocaso», que también afecta a los humanos con demencia.

Si notas que tu perro ha cambiado su rutina de descanso o parece confundido en horas nocturnas, puede ser una señal de deterioro cognitivo.

3. Falta de interacción social o cambios en su comportamiento social

Un perro con demencia puede volverse menos sociable y evitar el contacto con su familia humana o con otros animales. Pueden parecer distantes, preferir estar solos, o simplemente no mostrar el mismo entusiasmo al recibir atención o al participar en actividades que antes disfrutaban.

En algunos casos, puede haber cambios opuestos, como una mayor necesidad de apego, buscando constantemente la cercanía de sus dueños. Ambos comportamientos son señales de que algo en su estado mental está cambiando.

4. Olvido de entrenamientos previos

Un perro que siempre ha estado bien entrenado y que solía seguir comandos básicos puede empezar a olvidar órdenes simples como «siéntate», «ven» o «quieto». Incluso pueden olvidar comportamientos de rutina como ir al baño en el lugar correcto, lo que puede llevar a accidentes dentro de la casa.

Este olvido es un signo claro de deterioro cognitivo, ya que las habilidades que han aprendido a lo largo de su vida se ven afectadas por los cambios en su cerebro.

5. Cambios en el apetito

Los perros con demencia pueden experimentar alteraciones en su apetito. Algunos pueden olvidar comer, mientras que otros pueden parecer desinteresados en la comida, incluso si es una de sus comidas favoritas. En el otro extremo, algunos perros pueden desarrollar un apetito desmedido y buscar comida de manera inusual.

Si observas cambios en los hábitos alimenticios de tu perro, es importante monitorear su salud y consultar con el veterinario, ya que estos cambios pueden afectar su peso y bienestar general.

6. Vocalización excesiva o inusual

El aumento en la vocalización es otro síntoma común en perros con demencia. Pueden empezar a ladrar, aullar o quejarse sin razón aparente, especialmente durante la noche. Este comportamiento puede ser una señal de ansiedad, desorientación o confusión.

Si tu perro comienza a vocalizar de manera diferente o sin motivo aparente, puede estar tratando de expresar su incomodidad o confusión.

7. Inquietud y comportamiento repetitivo

Los perros con demencia pueden volverse inquietos y mostrar comportamientos repetitivos, como caminar en círculos, rascarse en el mismo lugar o lamerse continuamente. Estos comportamientos pueden deberse a la confusión y desorientación que están experimentando.

La falta de propósito en estas acciones es lo que las diferencia de comportamientos normales, ya que el perro no parece obtener satisfacción o alivio de sus acciones.

8. Problemas con la coordinación

La demencia también puede afectar la coordinación y los movimientos del perro. Puedes notar que tiene problemas para caminar derecho, parece torpe o choca con objetos en casa. Esto puede deberse a la pérdida de percepción espacial y cognitiva.

9. Incontinencia

Un perro que siempre ha sido limpio y ordenado puede comenzar a tener accidentes dentro de la casa. La incontinencia, tanto urinaria como fecal, es común en perros con demencia, ya que pueden olvidar sus entrenamientos o simplemente no reconocer la señal de que necesitan ir al baño.

10. Cambios en el comportamiento hacia personas o animales

Finalmente, los perros con demencia pueden mostrar cambios en su comportamiento hacia otras personas o animales. Pueden volverse más agresivos o temerosos sin razón aparente, o, en algunos casos, parecer desinteresados en interactuar con aquellos que solían querer.

¿Qué hacer si notas estos síntomas?

Si tu perro está mostrando varios de estos síntomas, es importante llevarlo al veterinario para una evaluación. Aunque la demencia no tiene cura, existen tratamientos que pueden ayudar a ralentizar el progreso de la enfermedad y mejorar su calidad de vida. Entre las opciones están los suplementos para la salud cerebral, cambios en la dieta y ejercicios que estimulen la mente.

Mantener a tu perro activo, tanto física como mentalmente, con rutinas estables y entornos familiares, puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar su bienestar en esta etapa.

Conclusión

La demencia canina es una condición desafiante tanto para los perros como para sus dueños, pero reconocer los primeros síntomas y actuar a tiempo puede hacer una gran diferencia. Brindarle a tu perro el apoyo y los cuidados adecuados le permitirá vivir con mayor confort y dignidad en su vejez.