Las papas son un alimento básico en muchas dietas alrededor del mundo, apreciadas por su versatilidad y sabor. Sin embargo, su preparación y el modo en que se consumen pueden afectar negativamente la salud digestiva.
Principales problemas que pueden ocasionar las papas
Aunque las papas en sí mismas contienen nutrientes beneficiosos como fibra, vitaminas y minerales, ciertos métodos de cocción o preparación pueden convertirlas en un riesgo para el sistema gastrointestinal. A continuación, te explicamos los problemas digestivos que pueden surgir y cómo evitarlos.
1. Indigestión debido a frituras
Las papas fritas, ya sean en forma de papas a la francesa o chips, son una de las formas más comunes de consumir este tubérculo, pero también una de las más dañinas para el sistema digestivo. Las frituras son difíciles de digerir, ya que absorben grandes cantidades de aceite, lo que ralentiza el proceso digestivo.
El consumo frecuente de papas fritas puede provocar indigestión, pesadez estomacal y malestar abdominal, especialmente en personas con sistemas digestivos sensibles o quienes ya padecen problemas como gastritis.
2. Flatulencias e hinchazón por papas mal cocidas
Consumir papas que no han sido cocidas correctamente puede generar problemas como gases e hinchazón. Esto se debe a que las papas contienen almidón resistente, un tipo de carbohidrato que es más difícil de digerir. Cuando las papas no se cocinan adecuadamente, este almidón no se descompone del todo en el tracto digestivo, lo que provoca fermentación en los intestinos y la consecuente producción de gases.
El resultado es incomodidad abdominal y flatulencia, que puede evitarse asegurándose de cocinar bien las papas antes de consumirlas.
3. Problemas digestivos por papas verdes
Las papas que han sido almacenadas incorrectamente o expuestas a la luz durante mucho tiempo pueden volverse verdes. Esta coloración verde se debe a la producción de solanina, un compuesto tóxico que puede causar serios problemas gastrointestinales si se consume en grandes cantidades. La solanina se encuentra principalmente en la piel verde de la papa y en los brotes que aparecen en ella.
El consumo de papas verdes puede provocar síntomas como diarrea, calambres estomacales, náuseas y vómitos. Para evitar estos riesgos, es crucial pelar las papas antes de cocinarlas y desechar aquellas que presenten una coloración verde evidente.
4. Dificultades digestivas por exceso de grasa y queso en platos como las papas gratinadas

Las papas preparadas con grandes cantidades de mantequilla, crema y queso, como las papas gratinadas, pueden causar problemas digestivos debido a su alto contenido de grasa. Este tipo de platos, además de ser ricos en calorías, son pesados para el sistema digestivo y pueden provocar malestar estomacal, acidez o reflujo, especialmente si se consumen en grandes cantidades o como parte de una cena tardía.
Las personas con sensibilidad a las grasas o problemas de digestión, como el síndrome del intestino irritable, pueden experimentar síntomas más graves, como cólicos o diarrea.
5. Impacto del exceso de sal en el sistema digestivo
El consumo excesivo de papas cargadas de sal, como los chips y papas fritas comerciales, puede alterar el equilibrio de los líquidos en el cuerpo, lo que contribuye a la deshidratación y, en consecuencia, a problemas digestivos como el estreñimiento.
La sal en exceso también puede irritar el revestimiento del estómago, aumentando el riesgo de gastritis o empeorando los síntomas en personas que ya padecen esta afección.
6. Riesgo de gastritis por papas en estado de fermentación
Las papas que se han almacenado por demasiado tiempo en condiciones de humedad pueden empezar a fermentar, lo que genera compuestos que irritan el sistema digestivo. Consumir papas en este estado puede provocar inflamación en el estómago, causando gastritis o empeorando los síntomas existentes, como dolor abdominal y acidez.
Es importante verificar que las papas estén frescas y en buen estado antes de cocinarlas para evitar estos problemas.
7. Intolerancias alimentarias al almidón de las papas
Algunas personas tienen dificultades para digerir grandes cantidades de almidón, especialmente si este proviene de alimentos como las papas. Esta intolerancia puede provocar síntomas gastrointestinales como diarrea, gases y malestar abdominal tras el consumo de papas.
Reducir la cantidad de papas en la dieta o consumirlas en pequeñas porciones puede ayudar a minimizar estos síntomas.
Las papas son un alimento nutritivo y versátil, pero el modo en que se preparan y consumen puede determinar si son beneficiosas o perjudiciales para el sistema digestivo.
Evitar las frituras, cocinar adecuadamente las papas, evitar las papas verdes y controlar la cantidad de sal y grasa son formas clave de disfrutar de este alimento sin poner en riesgo la salud gastrointestinal. Mantener una alimentación equilibrada y moderada es esencial para evitar estos problemas y disfrutar de los beneficios de las papas sin efectos secundarios.