La pandemia silenciosa: Los antibióticos podrían dejar de ser efectivos por superbacterias

Los antibióticos, conocidos como ‘drogas maravillosas’, han sido esenciales en la medicina moderna. Sin embargo, una nueva ola de superbacterias pone en riesgo su eficacia.

En 1928, Alexander Fleming revolucionó la medicina con el descubrimiento de la penicilina. Fleming, tras regresar de unas vacaciones y encontrar su laboratorio desordenado, notó que una de sus placas de Petri había sido contaminada por moho. Observó que en las áreas alrededor del hongo, una bacteria conocida como estafilococo no había crecido.

Gracias a los esfuerzos de Howard Florey y Ernst Chain, el compuesto antibacteriano del moho fue purificado, convirtiéndose en uno de los primeros antibióticos del mundo.

La penicilina y otros antibióticos desarrollados posteriormente transformaron enfermedades potencialmente mortales en condiciones tratables. Sin embargo, casi un siglo después, enfrentamos un desafío crítico: estos ‘medicamentos maravillosos’ están perdiendo su efectividad.

La creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos

La resistencia a los antimicrobianos, que abarca no solo a los antibióticos sino también a antivirales, antiparasitarios y antifúngicos, se ha convertido en una amenaza global. En 2019, la Organización Mundial de la Salud la identificó como una de las 10 principales amenazas para la salud pública.

Ese mismo año, al menos 1.27 millones de personas murieron a causa de infecciones resistentes a los medicamentos en todo el mundo. Si esta tendencia continúa, las muertes podrían aumentar a 10 millones por año para 2050, superando las cifras actuales de muertes por cáncer.

La resistencia a los antimicrobianos ocurre de manera natural, a medida que los microorganismos evolucionan y se adaptan a su entorno. Sin embargo, el mal uso y el abuso de estos medicamentos aceleran este proceso.

Cuando se administran correctamente, los antimicrobianos eliminan los gérmenes que causan enfermedades, pero algunos microorganismos resistentes encuentran formas de sobrevivir y multiplicarse, adaptándose a las presiones del tratamiento. Además, estos medicamentos no solo atacan a los microbios nocivos, sino también a los beneficiosos, lo que reduce la competencia y permite que los microbios resistentes prosperen.

Soluciones para combatir la resistencia

Para combatir la resistencia a los antimicrobianos, los médicos deben prescribir estos medicamentos solo cuando sea estrictamente necesario y educar a los pacientes sobre la importancia de no compartir ni guardar medicamentos. Practicar una buena higiene y mejorar el saneamiento es también fundamental para prevenir infecciones y reducir la necesidad de tratamientos antimicrobianos.

Los expertos también señalan la importancia de mejorar la limpieza en hospitales, granjas y plantas de tratamiento de aguas residuales, que pueden servir como caldo de cultivo para patógenos peligrosos. Es esencial actuar de manera proactiva y responsable para asegurar que estos ‘medicamentos maravillosos’ sigan siendo efectivos en el futuro.