El clan Kardashian es conocido no solo por su controvertido reality show y su impacto en la cultura pop, sino también por los estándares de belleza que han establecido a lo largo de los años. Kim, Kourtney, Khloe, Kendall y Kylie representan diferentes tipos de mujeres con los que muchas personas pueden o no identificarse.

En la actualidad, existe una creciente conciencia sobre la importancia de la autoaceptación y la toma de decisiones informadas en cuanto a procedimientos y cirugías estéticas.
Esto ha puesto en el punto de mira las operaciones y retoques de las celebridades, que a menudo generan expectativas y estándares poco realistas. La familia Kardashian ha sido particularmente criticada y cuestionada por esto.
Desde los rellenos de glúteos de Kim hasta la rinoplastia de Khloe y el comentado aumento de labios de Kylie, sus retoques han estado en el centro de atención. Sin embargo, recientemente, las hermanas han empezado a abordar estos rumores, admitiendo algunos de sus arrepentimientos.
Kylie Jenner, una de las figuras más influyentes del clan, ha revelado en la última temporada de su reality que lamenta haberse sometido a un aumento de pecho antes de convertirse en madre.
A los 19 años, seis meses antes de enterarse de su primer embarazo, decidió hacerlo pensando que eso la haría más hermosa, un sentimiento que ahora le causa tristeza, especialmente como madre.
Kylie comparte su deseo de ser un buen ejemplo para su hija y promover la autoaceptación, admitiendo que, a pesar de los rumores, nunca se sintió insegura sobre su apariencia. Esta confesión arroja luz sobre la presión que las celebridades pueden enfrentar en su búsqueda de la perfección estética.