El nivel elevado de azúcar en sangre durante las primeras horas de la mañana es un fenómeno que puede ocurrir por diferentes razones, y es común en personas que viven con diabetes o prediabetes.
Este aumento de glucosa matutina, también conocido como el «fenómeno del alba», ocurre debido a una combinación de factores hormonales y metabólicos que incrementan la glucosa en sangre al despertar. Es importante reconocer las señales tempranas de este aumento para poder controlarlo adecuadamente y evitar posibles complicaciones de salud.
Señales de que amaneces con la glucosa elevada
Veamos cómo se manifiesta el azúcar elevado en la mañana y por qué es relevante prestar atención a estos síntomas.
1. Sensación de sed intensa
Uno de los síntomas más comunes de niveles elevados de azúcar en la sangre es la sed excesiva. Al despertar, las personas pueden experimentar una sensación de sequedad en la boca y la garganta, acompañada de una fuerte necesidad de beber agua.
Esto ocurre porque el cuerpo intenta eliminar el exceso de glucosa a través de la orina, lo que provoca una mayor pérdida de líquidos y lleva a la deshidratación, haciendo que la persona sienta mucha sed.
2. Fatiga y cansancio persistente
Aunque el descanso nocturno debería proporcionar energía para el día, cuando los niveles de azúcar están elevados, es común experimentar fatiga y cansancio incluso al despertar. El cuerpo no puede utilizar la glucosa de manera adecuada como fuente de energía, lo que hace que la persona se sienta agotada y con poca vitalidad desde las primeras horas del día, aunque haya dormido suficientes horas.
3. Dolor de cabeza matutino
Los niveles altos de glucosa en sangre pueden provocar dolores de cabeza al despertar. Este síntoma se debe al desbalance en los niveles de líquidos y electrolitos, que afecta el funcionamiento del cerebro y genera malestar en la cabeza. Este tipo de dolor de cabeza suele ser leve, pero persistente, y puede acompañarse de otras molestias relacionadas con la deshidratación.
4. Visión borrosa
Otra señal de glucosa elevada en la mañana es la visión borrosa. Los cambios en los niveles de azúcar en sangre pueden afectar la capacidad del ojo para enfocar correctamente, causando una visión borrosa que aparece y desaparece a lo largo del día. Esta manifestación suele mejorar a medida que los niveles de azúcar disminuyen, pero es una señal clara de que la glucosa ha estado alta al despertar.
5. Necesidad frecuente de orinar
La poliuria, o necesidad frecuente de orinar, es una respuesta común del cuerpo ante los niveles elevados de azúcar. Al no poder metabolizar toda la glucosa en sangre, el organismo intenta eliminarla a través de la orina. Las personas que experimentan azúcar elevada en la mañana suelen sentir la urgencia de orinar con frecuencia, lo que también contribuye a la deshidratación y a la sensación de sed.
6. Náuseas y malestar estomacal
El exceso de glucosa en el sistema puede causar náuseas y malestar estomacal al despertar. Este síntoma se relaciona con el desequilibrio en los niveles de azúcar y la incapacidad del cuerpo para procesar adecuadamente la glucosa. Las náuseas pueden ser leves o fuertes, y suelen mejorar a medida que se estabilizan los niveles de azúcar.
7. Sensación de hormigueo en las manos o pies
La sensación de hormigueo o entumecimiento en las manos y los pies es una manifestación frecuente de la glucosa elevada. El exceso de azúcar en sangre afecta la circulación y puede causar neuropatías, especialmente en las extremidades. Este síntoma suele ser leve al despertar, pero puede intensificarse si los niveles de azúcar se mantienen altos durante un tiempo prolongado.
8. Aumento del ritmo cardíaco
El cuerpo reacciona al aumento de azúcar en sangre activando la liberación de hormonas como la adrenalina, que puede causar un aumento en el ritmo cardíaco. Este síntoma es una reacción del organismo al estrés metabólico provocado por la glucosa elevada, y puede ir acompañado de una ligera sensación de ansiedad o nerviosismo al despertar.
Reconocer estos síntomas es importante para quienes tienen tendencia a experimentar niveles elevados de azúcar en la mañana. Consultar con un profesional de la salud y realizar ajustes en la dieta o en el tratamiento puede ser clave para controlar los niveles de glucosa y evitar complicaciones a largo plazo.